martes, 4 de diciembre de 2012

LA COPLA DE PIE QUEBRADO


La copla de pie quebrado es el nombre que se le da a cualquier tipo de estrofa compuesta por versos octosílabos combinados con versos tetrasílabos. 
El pie o metro “quebrado” es el que se queda a la mitad, partido. La estrofa podía tener muchas variantes en la distribución de las rimas y en la situación del pie quebrado, ha sido utilizada en diversas épocas de la literatura española, y se encuentra ya en el ‘Libro de buen amor’ del Arcipreste de Hita.


Sin embargo, el momento de mayor apogeo de esta estrofa fue durante el siglo XV, y la forma más conocida, empleada con maestría en versos inolvidables por Jorge Manrique, está en sus Coplas a la muerte de su padre. Por ello a la copla de pie quebrado se la conoce también con el nombre de “estrofa manriqueña” o “sextilla manriqueña”.


La copla manriqueña es una doble sextilla de tercetos simétricos en los que a dos octosílabos sigue un verso corto (el pie quebrado) que puede ser tetrasílabo, o pentasílabo si es posible hacer sinalefa con el verso anterior o éste finaliza en sílaba aguda. En estos casos, se produce una compensación silábica.


La doble sextilla manriqueña presenta la siguiente disposición de las rimas: 8a8b4c8a8b4c – 8d8e4f8d8e4f. Esta combinación métrica pudo ser usada por primera vez por Juan de Mena y otros poetas castellanos, pero fue Manrique quien la elevó a la máxima categoría.


Después, la estrofa manriqueña fue admirada y llevada al papel por los románticos, como Zorrilla y Espronceda, y por los modernistas, como Rubén Darío o la Generación del 27 con Alberti... Hasta llegar a nuestros días, cuando muchos poetas se aprovechan del ritmo especial que impone el pie quebrado.


Rubén Darío ensaya una divertida ‘Canción de Carnaval’ para celebrar el apogeo del gozo y del placer con dos variantes del pie quebrado (8a8b8a4b y 8a8b8b4a):


Musa, la máscara apresta,

ensaya un aire jovial

y goza y ríe en la fiesta

del Carnaval.

Ríe en la danza que gira,

muestra la pierna rosada,

y suene, como una lira,

tu carcajada.


Que él te cuente cómo rima

sus amores con la Luna

y te haga un poema en una

pantomima.


Una de las muestras más recientes de empleo de la copla de pie quebrado manriqueña es la que emplea el cantautor Joaquín Sabina en su crítico poema “Sudacas de pie quebrado”.


Por fin en El Salvador
ganan unas elecciones
los de abajo,
la lava lava mejor
en un volcán de erupciones
a destajo.

Hugo, ¿por qué no te callas?
porque quien no disimula
compra un voto,
Barack abre la muralla
dándose el pico con Lula
(pie de foto).

El consorte de Cristina
se pasó a los generales
por el orto,
¿Y Managua? Una ruina
Sandino sin Cardenales
y antiaborto.

La guerra de Calderón
contra el narco siembra balas
y muñones,
urge legalización,
la ley seca infló las alas
de Al Capone.

Lugo el cura en Paraguay
y en La Paz un indiecito
con jersey,
frente amplio en Uruguay,
Rafael Correa en Quito
¿y Camagüey?

Siguen los hermanos Castro
vendiendo cara su piel
a la gringada,
ayer me compré en el Rastro
una boina de Fidel
apolillada.



Pero qué mejor manera de acabar este repaso si os dejo con los inmortales versos del comienzo delas ‘Coplas’ de Jorge Manrique, tal vez la mejor muestra de copla de pie quebrado:

Recuerde el alma dormida,

avive el seso y despierte,

contemplando

cómo se passa la vida,

cómo se viene la muerte

tan callando;

cuán presto se va el plazer,

cómo después, de acordado,

da dolor;

cómo, a nuestro parescer,

cualquiera tiempo passado

fue mejor.

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